AMIGO, ya está, se va otro año, y es el momento de hacer el balance de todo lo vivido y todo lo logrado.
Este año ha sido muy difícil y muy duro para todos. Seguramente hemos perdido a alguien a quien queríamos mucho y aún tenemos el dolor en nuestra piel, en nuestro corazón. Así y todo, no debemos bajar los brazos, no debemos resignarnos a esta nueva realidad. Debemos luchar, aprender de lo vivido y forjar un nuevo año de la mejor manera.
Encontraré que algunas cosas las podría haber hecho mejor, que alguna vez podría haber callado o haber escuchado más.
Innumerables momentos de este año pasaran por mi mente, los buenos, los no tan buenos y, seguramente, los malos ya los he olvidado y he aprendido de ellos. Pero, lo que realmente importa, fue saber que en todo, estabas vos.
Disfruto y me llena de felicidad, haber encontrado en este año, personas que con solo su presencia, me transmiten paz y armonía. Luces nuevas en este camino de la vida. Luces que siempre estuvieron, pero que este año, nos acercó y nos hizo descubrimos y ya todo cambió, todo será diferente.
Es bueno y saludable tomarse estos minutos en estas fechas, para ver en nuestro interior, para encontrarse con uno mismo, y terminar con una sonrisa en la cara y unas lagrimas en los ojos. Lagrimas de felicidad y de paz.
En estas fiestas, hoy mas que nunca, brindo por vos y por los que ya no están, y porque tu amistad, es el regalo más grande que pude recibir en la vida.