EL PODER DE LAS PALABRAS

El lenguaje es un factor fundamental en la manera de entender la vida y comunicarnos con el mundo. Según como lo utilicemos, nos influirá de uno u otro modo a nivel emocional e intelectual. De hecho, Bernard Roth, asegura que eliminando dos palabras de nuestro vocabulario, nuestra vida cambia.

Bernard Roth es profesor de Ingeniería de la Universidad de Stanford y director académico y uno de los fundadores del Instituto de Diseño Hasso Plattner de la misma universidad. Este centro, conocido como d. school, es pionero en educación interdisciplinar y referencia mundial en el terreno de la innovación. 

Esto tiene sentido si nos fijamos en que, sin darnos cuenta, acudimos a frases hechas, sin ser conscientes de cómo moldean nuestra forma de pensar y de ver la realidad. Ahora bien, es lógico pensar en que si cambias la manera de referirte a la realidad, también tu vida podría cambiar.

Las palabras son la configuración acústica de las ideas”.

~ Georg Philipp Friedrich von Hardenberg ~

~ Novalis ~

Bernard Roth escribió un libro llamado «El Hábito del Logro». En él menciona varias de las fórmulas lingüísticas que conducen al triunfo o al fracaso. A continuación te cuento las dos más importantes.

Elimina el «pero»  y tu vida cambiará

La palabra «pero» es una conjunción adversativa. Esto quiere decir que sirve para oponer dos ideas, bien sea para matizar alguna aseveración, o bien para ampliarla o confrontarla. Si se habla desde el punto de vista psicológico, esta palabra es frecuentemente empleada para justificar, posponer o impedir la acción.

Especialmente cuando se utiliza en frases como “Sí, pero”, revela una intención de autosabotaje. Equivale a lo que comúnmente llamamos “ponerle peros a las cosas”. Es decir, crear obstáculos innecesarios o ficticios para pasar a la acción.

Lo que el profesor Roth propone es eliminar la palabra pero del vocabulario habitual. Sugiere que tu vida podría cambiar si prescindes de ella, ya que te obliga a cambiar de perspectiva al usarla. La apuesta es sustituir esos peros por la conjunción «y». De este modo, en lugar de decir, por ejemplo, “Quiero ir al cine, pero debo trabajar”, se diría: “Quiero ir al cine y debo trabajar”.

Ahora bien, ¿cómo cambia tu vida al modificar la forma de decir las cosas? Roth afirma que al utilizar «pero» te pones ante dos caminos que son excluyentes: o tomas un rumbo o tomas el otro. En cambio, si empleas la conjunción «y», ves ambas realidades de manera simultánea. No te obligas a elegir. Contemplas el panorama de una forma que no te obliga a escoger, sino que te invita a ver las cosas de manera más objetiva y a no sentirte en una encrucijada.

El “pero”, desde que lo piensas, es una manera de crear excusas y llenar de negatividad y conflicto cualquier circunstancia. Y muchas veces esa razón puede no ser real, tan solo estás evadiendo alguna situación o subestimándola. Cambiando el «pero» por la «y» separas ambas ideas y el cerebro las procesa a cada uno por su cuenta. Ahora le toca buscar la solución para hacer ambas y queda de tu parte encontrar esa solución y dejar de excusarte.

 

El cambio de «tengo» por «quiero»

La segunda gran recomendación del profesor Roth es cambiar la expresión “tengo que hacer” por la expresión “quiero hacer”. Cuando dices “tengo que hacer”, inmediatamente te ubicas en el registro de la obligación. Esto de por sí es muy desmotivante. Implica que desearías una cosa, pero debes hacer otra cosa, aún en contra de tu voluntad. Emplear el «tengo» ya te introduce en un choque emocional.

Bernard Roth señala que si haces algo, nunca es realmente porque estés obligado a hacerlo. De un modo u otro has elegido hacerlo. Así que al eliminar la expresión “tengo que hacer” y sustituirla por “quiero hacer”, simplemente estás admitiendo tu responsabilidad frente a la vida que llevas. Veámoslo en algunos ejemplos:

  • Cambiar “Tengo que terminar este trabajo para mañana porque de lo contrario perdería mi trabajo” por “Quiero hacer este trabajo para mañana porque es una manera de conservar mi empleo”
  • Cambiar “Tengo que ser tolerante con mi pareja, porque si no podría aburrirse de mí y dejarme” por “Quiero ser tolerante con mi pareja porque es una manera de enriquecer la relación y estar mejor”
  • Cambiar “Tengo que hacer ejercicio porque estoy engordando de una manera terrible” por “Quiero hacer ejercicio para sentirme más cómodo con mi cuerpo”

Cada vez que se cambia el tengo por el quiero, inmediatamente se vuelve necesario cambiar la perspectiva negativa, por una más positiva. Al mismo tiempo, se elimina una fuerte carga emocional. Es por eso que tu vida podría cambiar muy positivamente al eliminar esas palabras de tu vocabulario habitual. 

A practicar !!!

© Alberto J. Yualé, Septiembre 2024

 

TRABAJO EN EQUIPO

El trabajo en equipo es el producto de personas que trabajan juntas de manera efectiva.

Es esencial que los miembros del equipo comprendan la importancia de las buenas habilidades de comunicación, el respeto mutuo, el buen liderazgo y la excelente capacidad de toma de decisiones para lograr los objetivos del equipo.

La colaboración de ideas y personas fomentan un sentido de lealtad, seguridad y autoestima que satisface las necesidades individuales de los integrantes, valorando su pertenencia, esforzándose por mantener relaciones positivas dentro y fuera del equipo.

Las Cinco «C» del Trabajo en Equipo

👉 Comunicación

Sin duda, la comunicación es uno de los pilares del trabajo en equipo. Es necesario un emisor empático, un mensaje claro y un receptor que escuche activamente para evaluar tus distintas problemáticas desde un punto de vista semejante.

 

👉 Coordinación

 El líder debe ser accesible para los miembros del equipo y contar con flexibilidad a la hora de realizar la coordinación de manera positiva. Para obtener los mejores resultados posibles de cada uno de los individuos que forman parte de un equipo, la coordinación es fundamental.

 

👉 Complementariedad

Para que el líder pueda asignar a cada uno de los miembros del equipo una tarea específica según sus áreas concretas. La formación de equipos tanto a nivel individual como profesional de cada miembro enriquecerán los resultados del trabajo común.

 

👉 Confianza

Para facilitar la agilidad en el trabajo, la confianza es fundamental. El líder debe explicar de manera clara y concisa el proyecto al equipo.

 

 

👉 Compromiso

Cuando los puntos anteriores se realizan de manera eficiente, el compromiso de los integrantes del equipo crecerá. Los integrantes son un activo que se puede utilizar para evaluar y mejorar la experiencia de cada uno de ellos.

 

© Septiembre 2024, Alberto J. Yualé

 

A COMER

¿Alguna vez te quedaste en un hotel «todo incluido»?

Recuerdo que cuando nos registramos en aquel imponente resort, nos pusieron un brazalete naranja flúo en la muñeca.  Nos explicaron que no debíamos perderlo, pues él nos daría acceso a todas las instalaciones, que con él podíamos disfrutar de todo lo que había de esa puerta en adelante. 

Y así fue.   

Cada día podíamos recorrer aquel increíble lugar y bañarnos en cualquiera de sus hermosas piscinas.

También recuerdo que algunas personas preferían quedarse en la habitación, yo me preguntaba ¿cómo es posible que no quieran disfrutar de este regalo? 

¡Si ya todo está pago!

En aquel lugar también teníamos acceso a los diferentes restaurantes que formaban parte del complejo. Había un surtido impresionante de comidas, postres y bebidas.

Solo había una regla: 

“Nada se podía llevar, todo era para comer ahí”

Así es la vida.  

Al nacer Dios (o como quieras llamar a tu creencia superior) nos pone un brazalete llamado “Vida” y a través de ella, tenemos acceso a este fascinante mundo creado por ÉL.

Mientras tu corazón palpite tendrás la oportunidad de disfrutar la vida que Dios te regala.  Pero al igual que aquel resort, en este mundo aplica la misma regla: “Nada es para llevar, todo es para comer aquí”

La diferencia entre un hotel y un Resort es que el primero se hizo sólo para dormir y estar encerrado y el segundo, para recorrerlo y disfrutarlo.   

¡La vida no es un hotel!  

Es un Resort 5 ⭐️ ⭐️ ⭐️ ⭐️⭐️ 

Por eso, NO te quedes encerrado en la habitación de tu mente, de tus problemas, en la amargura, en el enojo, en el miedo, en el dolor o en la preocupación. 

Si estás respirando es porque aún tienes el brazalete…

Disfruta hoy de todo lo hermoso que el Universo puso para nosotros:

  • La naturaleza
  • Un techo
  • Un trabajo
  • La compañía de tus seres queridos
  • Tus amigos
  • Alimento en la mesa
  • De un rico postre
  • De un saludo
  • De un abrazo
  • De un beso
  • De una sonrisa
  • De un te quiero
  • De un te necesito
  • De un perdóname
  • De un te amo
  • De la posibilidad de dejar el pasado en el pasado
  • De un te perdono
  • De un buen descanso y sobre todo disfruta, Vivir!!!  

¡Porque nadie vivirá por TI.”

En vida es que usarás el brazalete…. «en vida.»

❤️ LA VIDA NO ES PARA LLEVAR, ES PARA COMER AQUÍ ❤️

© Septiembre 2024, Alberto J. Yualé

AMAR y QUERER

Amar a alguien y querer a alguien son conceptos relacionados pero distintos en la forma en que se experimentan y se manifiestan en una relación.

Amar y Querer

Amar a alguien implica un vínculo emocional profundo y significativo. Se trata de sentir un afecto intenso, cuidado y compromiso hacia esa persona. El amor implica aceptar a la otra persona tal como es, con todas sus virtudes y defectos, y estar dispuesto a hacer sacrificios por su bienestar y felicidad. El amor a menudo implica una conexión emocional y espiritual fuerte que va más allá de los aspectos superficiales de la relación.

Por otro lado, querer a alguien puede ser más superficial en comparación con el amor. Querer a alguien implica tener sentimientos positivos hacia esa persona, como aprecio, afecto y cariño, pero puede no involucrar el mismo nivel de compromiso emocional y sacrificio que el amor. Puedes querer a alguien por las cosas que te hacen sentir bien cuando estás con esa persona, pero este sentimiento puede ser más transitorio y menos profundo que el amor.

En resumen, mientras que el amor implica un compromiso profundo y duradero hacia la otra persona, el querer puede ser más ligero y menos comprometido emocionalmente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la forma en que estas palabras se interpretan puede variar según la cultura, las experiencias personales y las relaciones individuales.

© Septiembre 2024, Alberto J. Yualé